Los mosquitos son una de las especies más extendidas del mundo. Aunque generalmente se les asocia con ecosistemas calurosos y tropicales, en sus más de 3.500 tipologías están presentes en una gran variedad de climas y entornos. Además el fenómeno del calentamiento global ha propiciado que zonas templadas donde su presencia era menor se hayan convertido en los últimos años en un nuevo hogar para especies singularmente peligrosas.
En este contexto, la pregunta que muchos nos hacemos es si existe algún lugar de La Tierra donde estos insectos no están presentes. Y lo cierto es que la respuesta no es tan sencilla.
Si realizamos una búsqueda nos encontramos que algunos medios y páginas citan, por ejemplo, a Nueva Caledonia o la Polinesia francesa como oasis frente a las picaduras pero lo cierto es que las propias autoridades de estos lugares advierten de la necesidad de protegerse frente a algunas de estas especies.
Más frecuente aún es la referencia a Islandia, cuyo clima extremo durante el invierno complicaría la supervivencia de las larvas y, en consecuencia, la existencia de mosquitos. Sin embargo, no son pocos los viajeros que advierten de que en la estación veraniega y en áreas determinadas, vinculadas esencialmente a ecosistemas húmedos, proliferan algunas variedades, poco dañinas pero sí muy molestas.
Finalmente, el caso más llamativo por encontrarse en la costa este africana, con un clima oceánico tropical y cerca de zonas de gran prevalencia, son las islas Seychelles. En este caso, podríamos decir que la ausencia de cualquier tipo de mosquito no es exacta pero sí hay un elemento llamativo y es que, a diferencia de otros países de su entorno, se ha conseguido controlar la presencia del “Anopheles”, clave en la transmisión de la malaria.
Según un estudio de 2011, se comprobó que la razón de esta ausencia en un entorno tan favorable sería la escasez de mamíferos nativos en este archipiélago, que constituyen la principal fuente de sangre de los “Anopheles”. Además, el turismo, que genera un gran tráfico de visitantes cada año, procede de zonas como Europa y Oriente Medio, lugares donde la malaria está erradicada.
En conclusión, aunque aseverar que hay zonas de La Tierra sin mosquitos es demasiado aventurado, sí podemos concluir que es posible visitar lugares donde las especies más comunes y peligrosas no están presentes a día de hoy. Sin embargo, la influencia creciente de factores como el cambio climático y la globalización aconsejan, aun en estos casos, seguir tomando precauciones.