El cambio climático incrementa el riesgo de enfermedades transmitidas por mosquitos

El último informe científico The Lancet Countdown arroja conclusiones inquietantes sobre los efectos que está generando el cambio climático sobre la situación del planeta y la salud de los seres humanos en cuestiones como sequías, falta de recursos hídricos e índices de polución global. Este análisis, que se da a conocer a solo unas semanas del inicio de la Cumbre del Clima de Sharm el-Sheik, ha sido elaborado por más de un centenar de expertos y cincuenta instituciones, entre las que se encuentran la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y en España el Barcelona Supercomputing Center.

Una de las consecuencias más peligrosas de la actual situación es la expansión de enfermedades de origen tropical en todo el mundo en las que diferentes especies de mosquitos juegan un papel esencial como vector. Por ejemplo, debido a la continuidad de las altas temperaturas más allá del verano, el mosquito transmisor de la malaria cuenta ahora con un 32% más de tiempo para expandirse por el norte de América y un 14% más para extenderse por África, si comparamos la década de los 50 con la última década.

Por su parte, el riesgo de transmisión del dengue ha aumentado un 12% en todo el mundo, sólo en los últimos diez años. Junto a factores como el movimiento de personas y la urbanización, el cambio climático, con unas condiciones idóneas para la persistencia de los mosquitos transmisores, ha conducido a que actualmente la mitad de la población mundial habite en países donde el dengue está presente. De hecho, en España se han producido varios brotes en los últimos años.

Este incremento notable en las enfermedades infecciosas, unido a otros problemas de salud derivados de la crisis climática, están provocando una presión mayor sobre los sistemas sanitarios, en especial en zonas especialmente afectadas.

Por ahora, el tratamiento médico de estas peligrosas enfermedades está, al menos, limitando la vulnerabilidad de los pacientes pero estos niveles de crecimiento obligan a tomar medidas urgentes para evitar la propagación de estas especies. Hasta entonces, como ciudadanos debemos actuar en dos sentidos. Por un lado, protegernos a nosotros, a nuestros niños y a las personas vulnerables con repelentes eficaces que alejen el peligro de estas enfermedades. Por otra parte, utilizar productos que no resulten dañinos para el entorno y no empeoren el problema medioambiental.

En Newell, el respeto a nuestro mundo es nuestra razón de ser, por eso contamos con repelentes antimosquitos eficaces, sostenibles y cuidadosos con el medioambiente.